Anteriormente
hemos hablado de los problemas que están relacionados con la vejez, y que cosas
podemos hacer. Esa última frase es la clave de todo los posts realizados: ¿Qué podemos
hacer?, pues es muy simple “PREVENCIÓN”
Pero ¿Qué es la prevención?.
La prevención es una medida o disposición que se toma de manera anticipada para evitar que una
cosa mala suceda. Esto es muy importante, puesto que nos ayudaría a
que tengamos un buen estado salud, además de poder detectar alguna enfermedad a
tiempo y poder tratarla.Por ello el día de
hoy hablaremos de la prevención en la enfermedad de la demencia.

La patología de la
demencia se desarrolla durante años antes de hacerse notar los síntomas y deficiencias.
Por lo tanto, los estudios epidemiológicos de demencia deben realizarse en
etapas más tempranas de la vida a fin de evaluar los factores de riesgo
modificables que actúan en las primeras etapas y las etapas medias de la vida.
Identificar estos factores pondrá de manifiesto, probablemente, el gran
potencial a la hora de reducir de forma eficaz la carga de demencia en las
décadas posteriores mediante esfuerzos de prevención primarios y secundarios.
El riesgo de sufrir
demencia se asocia tanto a factores genéticos como ambientales. Aunque potencialmente
hay un fuerte riesgo genético, los factores genéticos no son modificables en
estos momentos. Los factores ambientales pueden modificar el riesgo de sufrir
demencia por su influencia sobre el momento de la expresión clínica de los
síntomas, aunque no influyan sobre la presencia o ausencia global de patología,
contribuyendo a la ‘reserva cerebral’ o ‘reserva cognitiva’. Entre los factores
modificables, no genéticos, en las etapas medias de la vida, las enfermedades
vasculares, la dieta, el ejercicio y la actividad mental están vinculados sistemáticamente
al riesgo de sufrir demencia.