La
depresión es un estado de abatimiento e infelicidad, que puede ser transitorio
o permanente, cada vez más frecuente en las personas adultas mayores.
Puede
tener muchas causas, desde el estrés hasta la genética y afecta en todos los
aspectos de la vida ya sea en la forma en que esa persona come y duerme o en
cómo se valora a sí mismo, incluso en la manera en que piensa.
Un
trastorno depresivo no es lo mismo que un estado pasajero de tristeza. Sin
tratamiento, los síntomas pueden durar semanas, meses e incluso años.
Sin
embargo, la mayoría de las personas que padecen de depresión puede mejorar con
un tratamiento adecuado ya que en la actualidad la depresión goza de una muy
buena respuesta al tratamiento farmacológico y psicoterapia los cuales se
complementan el uno con el otro.

La
depresión en los ancianos, si no se diagnostica ni se trata, causa un
sufrimiento innecesario para el anciano y para su entorno. Con un tratamiento
adecuado, el anciano tendrá una vida placentera.
Cuando la persona de edad va al médico, suele solo
describir síntomas físicos; esto pasa por que el anciano puede ser reacio a
hablar de su desesperanza y tristeza, de su falta de interés en las actividades
normalmente placenteras o de su pena después de la muerte de un ser querido.
Por
lo tanto, si aparece cualquier síntoma, hay que pensar que no es por la edad y
que puede ser por una depresión.

Me parece muy interesante este post, ya que hay muchas personas mayores que se deprimen por muchos motivos, especialmente porque su pareja o un familiar fallece. Me gustar si se usa por separado el tratamiento farmacológico y las psicoterapias?
ResponderEliminarGracias por el comentario.
Eliminaren la mayoría de los problemas que ocurren en nuestra salud, ya sea la edad que tengamos, es necesario una intervención multidisciplinaria, lo cual significa que no solo colabora el médico, sino también otros profesionales de la salud como el psicólogo, para que de ese modo sea efectivo la intervencion ya que se ve todos los aspectos a tratar.